LO QUE NO SE SABE ES SI EL MIEDO SE DEBE AL TEMBLOR O AL INMINENTE JUICIO POLÍTICO, DEL CUAL VUELVE A HABLARSE POR ESTOS DÍAS
La cara de susto de Fernando Lugo, durante la asunción de Piñera, recorre el mundo, como ejemplo del miedo que desató un temblor de 7,2 en ese momento.
Un nuevo papelón luguista, un verdadero sinónimo de bochorno a estas alturas.
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